Hace poco realicé un servicio de foto arquitectura en Buenos Aires de un hermoso edificio histórico: el Palacio Bencich / ex residencia Hunter. Hoy funciona como Centro Cultural de la embajada de Corea, que adquirió el inmueble en 2017 y lo inauguró al final del año siguiente. Considero un honor haber podido fotografiar un edificio como este, una joya del patrimonio arquitectónico de Buenos Aires.
El Palacio Bencich/Ex Residencia Hunter, patrimonio arquitectónico de Buenos Aires
El palacio fue construido por los arquitectos argentinos Eduardo M. Lanús y Pablo Hary entre el 1910 y el 1914. Ambos egresados en Escuelas de Bellas Artes en Europa, proyectaron el inmueble según la tipología del “hotel particulier” parisino y adaptándolo al contexto urbanístico de Buenos Aires. El edificio fue primero la residencia de la familia Hunter, para luego ser propiedad de los hermanos Miguel y Massimiliano Bencich. En tiempos mucho más recientes, funcionó como salón de eventos.
Lo primero que se nota es que la fachada está desplazada de la línea municipal. Eso permite que el frente se aprecie no obstante la calle muy angosta (Maipú 972) y fue una gran ventaja a la hora de fotografiar la obra. El interior se desarrolla alrededor de un salón de doble altura, un detalle clave para que se decidiera la adquisición del inmueble. Hay un gran vitral en el techo, del cual se pudo recuperar la estructura de plomo y restaurar la mayoría de los paños de vidrio.
El arquitecto Sebastián Abu Hayatian, miembro del estudio Baek y Asociados, fue el encargado de la puesta en valor del palacio. En el primer piso se recuperaron varios patios internos, se revistieron las paredes con placas de yeso, se colocaron pisos flotantes de alto tránsito, se hicieron varios refuerzos estructurales, los sanitarios y ascensores son completamente nuevos, se acondicionó el jardín del fondo para eventos al aire libre. En toda la restauración se adoptó el criterio de reversibilidad, o sea que si en futuro se decidiera vender la propiedad, esta podría fácilmente volver a su estado original.
Planificar los servicios de foto arquitectura en Buenos Aires, toda una aventura
He realizado muchos servicios como fotógrafo de edificios en Buenos Aires, pero cada vez que me proponen una obra históricas, mi entusiasmo se enciende. Las más antiguas que había fotografiado hasta ahora en Buenos Aires fueron Palacio Duhau y el Faena Arts Center, ambos del final del 1800 (ver el portfolio de arquitectura exterior en el link de arriba). También había fotografiado dos obras que son contemporáneas a Palacio Bencich, los exteriores del edificio Dreyfuss (también visible en el link de arriba), y los interiores de El Ateneo Grand Splendid.
Volviendo a Palacio Bencich, el pedido del cliente fue muy claro: realizar una o dos imágenes de la más alta calidad de la fachada del palacio, que incluyera el contexto, en formato horizontal, a entregar en 3 o 4 días.
Analizando la ubicación del edificio en Google street view vi que se trataba de un edificio antiguo con molduras, ubicado en una calle angosta y con medianeras altas a los costados, con el frente hacia adentro por 4 metros, exposición al este, en una zona de tránsito restringido.
La primera decisión fue sobre la luz más apta: cuando se quieren resaltar las molduras de un estilo antiguo, lo mejor es una luz suave y difusa. El sol directo mata todo los detalles! Vean la diferencia entre las 2 fotografías de abajo, una obra sobre la calle Bartolomé Mitre.
Además, con esas medianeras al lado, la única chance de que la fachada estuviera completamente iluminada era al medio día, cuando la luz está más fea. Optando por la iluminación directa del sol se arriesga también el peor escenario: que la fachada se ilumine solo parcialmente debido a la sombra de los edificios cercanos. Aclarado esto, el horario de correcto tenía que ser antes de que la fachada recibiera luz directa: después de la madrugada o antes del ocaso, cuando el sol todavía está bajo en el horizonte. Como la orientación es hacia el este, resulta más favorable la mañana, cuando el sol se encuentra del lado opuesto del cielo, para que salga azul en vez que blanco.
La segunda decisión importante era sobre el encuadre. El cliente quería ambientar la obra en su contexto, así que había que incluir una fuga hacia un lado. Con el verde de la plaza San Martín a solo media cuadra, la decisión ya estaba tomada. Sin contar el encuadre lógico central, por supuesto.
El lente tenía que ser necesariamente el 16 mm (en una full frame) y la altura la máxima posible, con lo cual agarré el trípode más alto que tengo, un Gitzo que con la columna central extendida llega a 181 cm (más otros 10 cm de cabezal). Quedaban otras dudas con respecto a la capacidad de encuadre en el formato horizontal, las condiciones de la fachada y la bandera, y la condición de la calle: todas variables que uno encara sobre la marcha en el día de tomas.
Fotografía de arquitectura exterior en Buenos Aires: la práctica en la calle
Una vez en el lugar, se trata de aprovechar todas las oportunidades posibles, y también de “cubrirse” realizando el mayor número de imágenes que puedan servir en pos producción. Los años que invertí haciendo todo tipo de fotografía de arquitectura -interiores y exteriores, en construcción y finalizadas, emprendimientos y particulares- me devolvieron una invaluable experiencia frente a los problemas inesperados de la calle.
Agregué desde el principio el polarizador para quitar los reflejos del techo y saturar el cielo. Había que apurarse ya que los primeros rayos estaban iluminando el techo, por perder tiempo sacando un auto estacionado y unos carteles sobre el covid.
La primera fotografía es la más lógica, seguramente correcta y necesaria, la que me cubría de cualquier imprevisto. Perspectiva central con un único punto de fuga. Es también la más elegante, en mi opinión. Pero tiene un problema, no refleja el deseo del cliente de mostrar el contexto alrededor, salvo en mínima parte.
El segundo encuadre fue el que planifiqué desde el principio al ver la obra en Google Street View. Tuve que cortar más plaza de lo que hubiera querido, alejandome lo más posible de la calle para hacer entrar en el encuadre el palacio. La mayor incógnita fue saber si la caída de las verticales producida por la inclinación hacia arriba de la cámara se podía corregir de manera eficaz en pos producción. La experiencia me decía que sí, pero de alguna manera tenía que estar seguro…
Cuando hay un encargo de por medio y un cliente esperando un resultado, hay que tener listo un plan B, y posiblemente un C. Por ese motivo, además de las fotos horizontales hice un par de secuencias con encuadre en vertical, con la idea de juntarlas y realizar una foto panorámica. Es una operación sumamente complicada porque hay que corregir la perspectiva manualmente, foto por foto. Photoshop crea panorámicas de manera automática, pero no resulta efectivo con fotos de arquitectura porque encorva las líneas horizontales, inadmisible para un trabajo serio.
Me tocó hacerlo una sola vez, con el edificio de abajo en la calle Rivadavia. El lugar es tan angosto y el edificio tan alto, que fue imposible incluirlo en una sola imagen: se trata de varias fotos combinadas. La luz, por supuesto, es del mismo tipo de este servicio de Palacio Bencich.
El tercer encuadre al prinicpio me hizo entusiasmar. Ganar altura en la ciudad es muy difícil de conseguir, es pura suerte, entonces cuando me dijeron que se podía subir a un balcón de enfrente, pensé que había encontrado la imagen inesperada. Lamentablemente la vista daba hacia el lado menos atractivo de Maipú, sin la plaza de fondo y con edificios todo lo contrario que atractivos, así que fue una desilusión. Además, ya habían entrado con fuerza los rayos del sol en la fachada. Igualmente es una muy buena opción si se recorta en formato vertical, muestra muy bien la obra sin deformación.
Pos producción en fotografía de arquitectura
Los retoques rutinarios fueron limpiar la vereda y la calle y otros detalles inútiles al fin de la imagen, sustituir la bandera por una movida por el viento, elegir un cielo mejor, aplicar máscara de luminosidad a un rayo de sol en el techo, aclarar el portón, borrar la señal de prohibido estacionar, cables y chimeneas.
Intervenciones más pesadas fueron borrar parte del edificio de la derecha que se eleva hacia arriba para uniformar la línea de altura, reconstruir parte de la plaza San Martín, y mejorar la visión de los contenedores de basura, que logré alejar y achicar pero no borrar del todo. Fue necesario también corregir las proporciones entre ancho y altura. Primero se “adelgazó” la fachada del Palacio, debido a que su cercanía al borde del 16mm lo deformó el ancho (comando Aspect en Lightroom). Luego repetí el proceso a la foto entera, debido a que la cámara estaba inclinada hacia arriba.
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